Mercedes-Benz Argentina es el habitual sponsor del Abierto de Polo de Palermo. Y la marca alemana suele elegir la final del torneo para exhibir, a modo de avant-première, sus novedades para el próximo año.
Y el partido que La Dolfina le ganó el sábado a Ellerstina no fue la excepción. Allí se mostró por primera vez el nuevo Clase G, que saldrá a la venta en marzo o abril de 2017.
Hacía rato que Mercedes-Benz quería traer su todo terreno más clásico a la Argentina. En 2013 fue anunciado como parte de los planes de lanzamiento de la marca para 2014, pero la aparición de los impuestos internos postergó todo.
El ejemplar exhibido en Palermo correspondía a la única versión confirmada por el momento para nuestro mercado: G 500. Tiene un motor naftero V8 4.0 biturbo, con 422 cv de potencia y 610 Nm de torque. Se combina con tracción permanente a las cuatro ruedas y caja automática de siete velocidades.
Todavía no hay datos sobre su fecha oficial de lanzamiento ni su precio, pero se posicionará por encima del Clase GLE Coupé (162 mil dólares).
Debido a las demoras mencionadas, la Clase G llegará a la Argentina justo cuando está muy cerca su esperado relevo. La actual generación está a la venta desde 1997 y, a pesar de que recibió más de diez actualizaciones y restylings, no experimentó cambios profundos en estos 20 años.
La nueva generación se presentará a fines de 2017, en el Salón de Frankfurt. Se espera que reciba un diseño más moderno, aunque manteniendo la esencia del todo terreno más extremo (lujoso y exclusivo) de Mercedes-Benz.
La idea es que se mantenga fiel a su origen, que arrancó en 1979 cuando el Sha de Irán -accionista de Daimler– solicitó un modelo de lujo para desplazarse por los desiertos. El Clase G aún hoy forma parte de la flota de vehículos del Ejército Argentino. Y la versión descapotable es el Papamóvil favorito del pontífice Bergoglio. Ahora, por fin, estará a la venta para los civiles argentinos.
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