El cordobés José María “Pechito” López se consagró hoy en Japón como campeón del WTCC. Desde los tiempos de Juan Manuel Fangio que un argentino no lograba un título internacional de automovilismo. En las estadísticas algunos también incluyen a Gabriel Pozzo aunque -sin desmerecerlo- lo que ganó en 2001 fue la copa de la categoría Producción, dentro del Mundial de Rally.
Lo que importa hoy es que, más allá de cualquier comparación, lo de Pechito fue una verdadera hazaña. En su primer año completo en el WTCC, sobre un auto debutante y en circuitos donde nunca había corrido, se impuso de manera aplastante a cualquier de sus rivales. Incluyendo al actual campeón Yvan Müller y al nueve veces campeón de rally, Sébastien Loeb.
Esta madrugada, López largó desde la pole en la primera carrera, una costumbre de casi todo el año. Tomó la punta y no la dejó hasta el final. Aunque no tuvo que esperar a la bandera para festejar, porque Muller, su compañero de equipo y máximo rival en la lucha por el título, abandonó en la séptima vuelta.
Con Muller fuera de carrera, “Pechito” se dedicó a administrar lo que quedaba de competencia para llegar al final y festejar con su equipo, con su mamá y su novia, presentes en Suzuka.
Lo que siguió fue emocionante: todos los integrantes del equipo Citroen oficial se habían guardado un secreto. Cuando llegó López, se pusieron la camiseta de la Selección Argentina con el número 37 en la espalda y en el frente la frase “Lopez campeón mundial WTCC 2014″.
López no pudo contener las lágrimas. Mientras recibía miles de felicitaciones, su mamá lo esperaba a un costado para darle un beso y un abrazo. Y así fue.
El podio quedará para la historia. El piloto cordobés subió con una bandera argentina, cantó el Himno Nacional y cuando se iba, alguien puso play en un disco de... Rodrigo. Comenzó a sonar el “Soy Cordobés” en pleno Suzuka. Quedaba claro que los franceses querían darle las gracias a “Pechito” por semejante alegría.
Atrás quedan 20 años de lucha y sacrificio. Desde que el pequeño José María López comenzó a correr en karting sobre tierra, pasando por su experiencia juvenil en Europa, su fallido intento para llegar a la Fórmula 1 y la última apuesta por el WTCC.
El batacazo en el WTCC lo convirtió de manera instantánea en uno de los pilotos más codiciados del mundo sobre autos con techo. Ya hubo contactos del equipo Mercedes-Benz del DTM y de un equipo alemán para las 24 Horas de Le Mans. También probó un simulador de un equipo de F-1. Y no le fue nada mal.
Pero Citroën tiene prioridad y ya le acercó a Pechito un jugoso contrato para asegurarse su fichaje por 2015 y 2016.
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